Maximiliano Vidal, 19 años, estudiante del profesorado de historia, "el masi" como le dice sus amigos. Llega caminando con su mochila al comedor del Barrio Madres a la lucha un puñado de chicos corren a abrazarlo. Conoce a la mayoría de los vecinos, cuando llego por primera vez en el 2007 había cuatro casillas ahora viven alrededor de 200 familias, decidió participar y colaborar con las diferentes actividades que se dan apoyo escolar, arte, música murga, títeres. Queremos seguir reforzando las actividades sumar una biblioteca barrial y un centro de primeros auxilios.
Afuera se está conmemorando el 11 de octubre, el último día de libertad de los pueblos originarios, mientras un vecino anciano les habla a los vecinos del ritual de la Pachamama (madre tierra) y de cómo cuidar el medio ambiente, por fin sale el sol. "Soy integrante de la Sociedad Obrera de Río Gallegos, vivo en el Barrio El Carmen, nosotros como futuros trabajadores somos parte de esta lucha, somos hijos de inmigrantes, hijos de chilenos, hijos de la gente del norte" tiene un hablar pausado pero convincente "Vinimos llegando en forma solidaria la mayoría viene en forma independiente a colaborar, me pareció interesante participar porque es la forma de comprometerse socialmente, para que los chicos tengan un lugar de contención , un lugar de arte para que puedan compartir, queremos hacer un buen cierre de actividades en diciembre que se cumplen dos años".
"El tiempo nos fue forjando, y nos fue uniendo ahora hay un avance muy grande, el apoyo solidario es importante, los jóvenes vienen a los talleres somos todo esperanza, todo energía."
Y se va silbando bajito, por donde vino. Juventud, por ahí dicen que no les interesa nada.